Pese a las crecientes tensiones en el país asiático de Myanmar, no parece que se vayan a acabar los conflictos internos pronto. Luego de 3 años de haberse tomado el poder, la Junta Militar continúa con los encarcelamientos y represión en contra de la población civil.
La junta militar de Myanmar ha anunciado la disolución del partido político liderado por Aung San Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND), argumentando que ha violado la ley al no cumplir con los requisitos de registro. La medida se produce después de un año de represión por parte del gobierno militar, que ha sido criticado internacionalmente por su manejo de la situación.
La decisión ha sido condenada por la comunidad internacional, incluyendo la Unión Europea y Estados Unidos, quienes han instado a la junta a respetar los derechos humanos y restaurar el gobierno democrático en el país. La LND ganó las elecciones de 2020 en una aplastante victoria, pero el golpe militar en febrero de ese año anuló los resultados y llevó a la detención de Suu Kyi y otros líderes políticos.
La medida de disolver el partido político de Suu Kyi es vista como un intento por parte de la junta militar de consolidar su poder y silenciar a cualquier oposición política. A pesar de la represión y las violaciones de los derechos humanos, los manifestantes continúan saliendo a las calles en Myanmar para exigir un retorno a la democracia y la liberación de los líderes políticos detenidos.